Descripción.
La misión de los defensores es recuperar la pelota sin que el rival anote. Este objetivo puede lograrse por los siguientes medios:
— Rebote defensivo. El rival consigue tirar a canasta pero falla. Entonces será la oportunidad de los defensores de recuperar la pelota. Para aumentar la posibilidad de que haya un rebote el defensor tratará de incomodar el tiro lo máximo posible.
— Tapón. Se trata de impedir que el atacante tire a canasta. Si se logra taponar un lanzamiento se puede recuperar la pelota en el rechace o reducir el tiempo de posesión del rival. En cualquier caso su principal función es evitar la canasta en el momento del tiro.
— Robo. Se trata de quitarle la pelota al atacante, bien cuando bota o bien cuando pasa, cerrando la línea de pase e interceptando la pelota. Si el atacante no protege bien el balón se le puede quitar de las manos siempre que no se cometa falta.
— Presión defensiva. Se trata de incomodar a los atacantes de tal forma que lleguen a cometer alguna infracción y pierdan la pelota por sí solos.
Conceptos base.
Para lograr que se dé alguna de las situaciones anteriores es importante que el defensor se encuentre siempre entre el atacante y la canasta. Se puede frenar el avance del atacante interponiéndose en su trayectoria para que choque con el pecho del defensor. El defensor deberá estar con los pies en el suelo porque de lo contrario se considerará que llega tarde y comete falta sobre el atacante por empujar con el cuerpo. Para facilitar esto existe una posición básica defensiva y un desplazamiento defensivo lateral.
Posición básica defensiva: rodillas flexionadas para facilitar la reacción en el desplazamiento lateral. Manos activas para tratar de dificultar el juego del atacante.
Desplazamiento lateral: desde la posición básica defensiva, alargar un pie y acercar el otro de forma continua (nunca se deben cruzar). Si el atacante se escapa será necesario abandonar la posición de defensa y correr a ponerse delante de él.
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